RESULTADO JUSTO

Argentinos – 7
Canarinhos – 5

Argentinos: César, Chuchi, Chechu, César II, Josué, Candy y Abraham.
Canarinhos: Manute, Michel, Javi, Fermín, Rubén, Carlos y Darwin

Los argentinos retornaron la senda de los triunfos con justicia. Nos se le puede poner ni un pero a la victoria local y eso a pesar de las importantes bajas que tenían los argentinos. O precisamente gracias a eso, nunca lo sabremos.

Los canarinhos volvieron a quedar en evidencia cuando se trata de jugar partidos de una alta exigencia física. Un 7 contra 7 durante más de una hora es demasiado para ellos y si además no pueden presentar su alineación de gala y sufren la lesión de su hombre clave en el centro del campo, la derrota es prácticamente inevitable.

Ya desde el principio los argentinos se adueñaron del partido. A pesar de que los canarinhos empezaron moviendo bien el balón, fueron los jugadores locales los que se adelantaron en el marcador. Dos goles de rebote y un tercero tragada del portero situaron el 3-0 en el marcador a los 10 minutos de partido.

Los canarinhos intentaron reaccionar intercambiando posiciones. Una política de rotaciones que les ha dado resultado en otras ocasiones pero que esta vez fue insuficiente. Cambiaron al portero a ver si el nuevo paraba alguna pero no dio tiempo a saber si la nueva distribución en el campo era buena o no. Darwin, el mejor del partido la semana pasada, se lesionó en un tobillo y tuvo que abandonar la zona de creación y situarse bajo los palos. Lo notaron los canarinhos, ya que pasaron muchos minutos sin saber quién debía coger las riendas del equipo.

Los argentinos mientras gozaron de la mayor ventaja de todo el partido cuando situaron el 5-1 en el marcador. Con el partido ya resuelto, la relajación hizo acto de presencia en las filas locales y todos empezaron a querer marcar su golito o dar el pase definitivo para ampliar la cuanta goleadora.

Entonces, con todo perdido, los canarinhos lo intentaron a la desesperada. Situaron un delantero centro estático para que se ocupase de fijar a los centrales argentinos y de abrir huecos para la incorporación al remate de sus compañeros desde atrás. A pesar de que ese cambio les suponía contar con un hombre menos a la hora de defender, lo cierto es que el resultado final dice que la decisión fue acertada. A pesar de la derrota, pasar de un 5-1 en contra a un 7-5, dice mucho a favor de los esfuerzos amarillos por nivelar el partido.

Finalmente los argentinos supieron nadar y guardar la ropa y mantuvieron la ventaja en el marcador. Lograron una victoria con toda justicia porque fueron mejores durante la mayor parte del partido. Los amarillos por su parte lo intentaron pero tarde. A su favor hay que decir que probablemente hicieron todo lo que pudieron y llegaron hasta donde pudieron llegar.

EL CRACK: Fermín. A pesar de la derrota de su equipo fue el autor de cuatro de los cinco goles amarillos. Luchó lo indecible y fue el jugador más peligroso del partido

EL DANDY: Yo que sé. Se lo iba a dar a Javi pero protestó los cambios de posición, así que fue aplicado pero no obediente. Se lo iba a dar a Michel pero a pesar de que luchó mucho se pensó que cuando le decíamos algo era porque estábamos enfadados con él. Se lo iba a dar a Rubén, pero a su gran remate con el exterior a la escuadra de César hay que contrarrestar su pérdidas de balón cuando se pone a darle de tacón. Se lo iba a dar a Carlos pero mete la cabeza entre los hombros y tira pa’lante hasta que la pierde. Se lo iba a dar a César pero según sus propias declaraciones se tragó dos goles. Se lo iba a dar a Abraham pero se quedó a vivir en fuera de juego al final del partido. Se lo iba a dar a Josué pero dejó vendidos a sus compañeros de equipo y se cambió la camiseta para jugar con el equipo contrario. Etc, etc, etc

¡VAYA DÍA! Darwin. Si en el último partido fue de largo el mejor de todos, esta semana se lesionó sin poder ni siquiera entrar en juego. Luego de portero como todos, balón que iba dentro balón que entraba. Balón que iba fuera, balón que podía acabar entrando

EL DURO: CésarII. El único que protestó una falta. Se enzarzó en una guerra dialéctica con Fermín que el resto no entendimos (más que nada porque nos pillaba lejos y no sabemos que ostias se decían)