Si amigos, volvemos a La Albericia. El lunes (es fiesta para la mayoría) a las 12 de la mañana tenemos reservado el campo C en el Complejo Municipal de Deportes de La Albericia.
Para ser justos hay que decir que esta vez la reserva del campo ha sido relativamente sencilla. No es que haya sido una balsa de aceite pero tampoco ha sido tan surrealista como las últimas veces.
He llegado a la oficina y solo estaba Nico (el gran Nico, o sea el peor de todos) un hombre en el que la amabilidad es proporcional a la incapacidad. Total que le digo que vengo a reservar el campo C para el domingo o el lunes por la mañana, según tenga horas libres.
Me dice que lo tiene que mirar, pero que el lunes seguro que está todo vació porque es fiesta y que el sábado y el domingo estará más complicado.
Una vez que se pone a mirarlo me dice que el igual no hay nada porque lo tienen reservado los que viene a jugar los sábados.
Le recuerdo que estamos hablando el lunes y me responde que es que los que reservan el campo los sábados por las mañanas (para que nos entendamos, los que nos robaron el balón) también reservan el campo los días de fiesta.
Que no sabe si vendrán o no, que igual les tiene que llamar para saber si el campo está libre o no.
Le digo que es igual, que no se molesta, que me diga a qué hora supuestamente van a venir los "periodistas" a jugar y que a nosotros nos ponga después. Si juegan ellos antes aprovecharemos para pedirles o robarles nuestro balón y si no juegan pues aprovecharemos para dormir un poco más y tomar una cerveza cuando acabe el partido.
Obviemente los detalles de la cerveza, dormir y el balón desaparecido no se los di a Nico. Simplemente le dije que me apuntase a una hora en la que seguro no hubiera nadie.
Así lo hizo y me dió a las doce de la mañana. Con lo que acto seguido tuve que ir hasta la oficina de Caja Cantabria más cercana para hacer el pago del la reserva mediante la correspondiente trnsferencia y a continuación volver al Complejo para entregar el recibo y llevarme el comprobante de la reserva.
Cómo véis una historia menos jugosa que en otras ocasiones, pero con el suspense de no saber hata el último momento si iba a poder reservar el campo un día de fiesta en el que siempre segun las propias palabras del encargado "Seguro que está todo libre". Si llega a haber reservas hechas nos vemos sin campo libre para jugar el fin de semana.
Para ser justos hay que decir que esta vez la reserva del campo ha sido relativamente sencilla. No es que haya sido una balsa de aceite pero tampoco ha sido tan surrealista como las últimas veces.
He llegado a la oficina y solo estaba Nico (el gran Nico, o sea el peor de todos) un hombre en el que la amabilidad es proporcional a la incapacidad. Total que le digo que vengo a reservar el campo C para el domingo o el lunes por la mañana, según tenga horas libres.
Me dice que lo tiene que mirar, pero que el lunes seguro que está todo vació porque es fiesta y que el sábado y el domingo estará más complicado.
Una vez que se pone a mirarlo me dice que el igual no hay nada porque lo tienen reservado los que viene a jugar los sábados.
Le recuerdo que estamos hablando el lunes y me responde que es que los que reservan el campo los sábados por las mañanas (para que nos entendamos, los que nos robaron el balón) también reservan el campo los días de fiesta.
Que no sabe si vendrán o no, que igual les tiene que llamar para saber si el campo está libre o no.
Le digo que es igual, que no se molesta, que me diga a qué hora supuestamente van a venir los "periodistas" a jugar y que a nosotros nos ponga después. Si juegan ellos antes aprovecharemos para pedirles o robarles nuestro balón y si no juegan pues aprovecharemos para dormir un poco más y tomar una cerveza cuando acabe el partido.
Obviemente los detalles de la cerveza, dormir y el balón desaparecido no se los di a Nico. Simplemente le dije que me apuntase a una hora en la que seguro no hubiera nadie.
Así lo hizo y me dió a las doce de la mañana. Con lo que acto seguido tuve que ir hasta la oficina de Caja Cantabria más cercana para hacer el pago del la reserva mediante la correspondiente trnsferencia y a continuación volver al Complejo para entregar el recibo y llevarme el comprobante de la reserva.
Cómo véis una historia menos jugosa que en otras ocasiones, pero con el suspense de no saber hata el último momento si iba a poder reservar el campo un día de fiesta en el que siempre segun las propias palabras del encargado "Seguro que está todo libre". Si llega a haber reservas hechas nos vemos sin campo libre para jugar el fin de semana.
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1 comentario:
Bien por Manu bien
Bien Bien Bien Bien Bien,
pero se te ha olvidado comentar el acontecimiento de la semana, es decir, la apertura de Torre Saber Comer, esperamos el comentario para hoy..........
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