Hola amigos. Después de muchas semanas volvemos a tener anécdotas que contar a la hora de hacer la reserva en La Albericia. No es que desde la última vez no hayan pasado cosas interesantes, lo que pasa es que a fuerza de repetirse algunas cosas inverosímiles al final pierden la gracia y el interés.
De todas formas ya os digo que esta semana lo hemos vuelto a bordar. Me presenté ayer lunes a primera, bueno a segunda hora en las oficinas del complejo con las órdenes claras de reservar el campo para el sábado por la tarde o el jueves por la mañana.
Con esa amplitud de horarios hice la transferencia en mi casa antes de desplazarme a La Albericia. ¿Qué podía salir mal? Ya al llegar vi mal rollo porque la puerta de las oficinas estaba cerrada. Allí la simpática vigilante de la puerta (no confundir con vigilante de la playa ¡por dios!) , la amiga de Michel, la que siempre le deja meter el coche, le estaba diciendo a una tía, un poco fea todo hay que decirlo, que Salmón & cia habían salido a tomar el café y que tardarían 5 o 10 minutos.
Ni yo, que lo oí todo, ni la otra tía nos quedamos muy convencidos. No de lo del café, eso lo teníamos muy claro, si no de los de los 5 minutos. La tía se piró y yo me metí en el coche a escuchar radio marca. Estuve tentado de pirarme un par de veces y creo que si no lo hice fue porque llevaba en la mano el papel de la transferencia ya hecha. Si no, es posible que me hubiese marchado cagándome en todo, lógicamente.
Mientras yo estaba allí sentado en el coche, gente entraba y salí hasta la puerta de las oficinas y a todos les debían decir lo mismo que a mi porque todos se iban con mala cara.
Pasados unos minutos, tampoco muchos la verdad, vi a aparecer en el horizonte la cabeza de Salmón. ¡Con dos cojones no se toman el café en la cafetería que tienen en frente de la puerta! ¡A saber de donde hostias venían!. Total que oliéndome la tostada de la que se iba a formar en la puerta de las oficinas cuando llegase me bajé del coche cuando se iba acercando y le saludé. Él correspondió al saludo amablemente y me dijo: "¿Vienes a por el campo? Vamos a ver cómo está"
Un dato poco relevante pero de vital importancia para comprender el "funcionamiento" del personaje, fueron los tres minutos que tardó en abrir la puerta con la llave. Él decía que la cerradura andaba mal, pero digo yo que andará igual de mal para cerrar antes del café que para abrir después. El caso es que debía de estar mal de verdad porque cuando se rindió y le dijo a uno que estaba por ahí que abriese él, este último abrió la puerta al segundo intento, es decir 3 segundos después de ponerse a la tarea.
Bueno lo difícil ya estaba hecho. Ya estábamos dentro de la oficina. A los dos que iban con él les mandó al fondo al despacho a esperar y a mi me atendió el primero. Cuando me estaba mirando los horarios libres (libres por llamarlos de alguna manera porque si desde el lunes solo queda libre el sábado a las 9 de la noche y el jueves a las 9 de la mañana o a la 1 del mediodia estamos jodidos. Aunque para hacerle justicia el viernes estaba todo vacío y el domingo también)
Nada más empezar a mirar en el ordenador las horas libres hizo su aparición por la puerta la tia del principio para hacer su consulta. Esta también tenía algo de confianza con Salmón porque le preguntó si le había estado esperando en el Bedoya. Lo cojonudo es que cuando ella le dijo que sí, que se había tomado un café en el Bedoya para hacer tiempo, Salmón le dijo que que bien, que allí ponían el café muy rico. ¡Pero cacho c...! si está tan rico ¿a donde hostias te has ido tú a tomarlo?
La cosa mejoró cuando entró a la oficina un pavo (así chulito con la camisetilla negra marcando body. El típico caso de soy un macarrilla y a la vez un pijín modernillo. Soy muy duro y rompo la pana con las titis, pero a la vez soy sensible y hasta las pijas me desean. La típica personalidad aún sin definir, el típico caso de querer seguir la moda que veo en la tele con un toque personal mío... y cagarla claro)
Bueno que el susodicho estaba escuchando mi conversación con Salmón cuando este me estaba diciendo la "gran cantidad" de horas libres que había entre el sábado y el jueves. Una vez me decidí por el jueves a las 9 y me puse a terminar el impreso de solicitud que Salmón me tenía ya casi terminado (las cosa como son). Salmón levantó la cabeza y le preguntó al sex-simbol qué quería. Entonces fue cuando se le quedó una cara de flipao que no le pegaba nada con su camisetilla. Y casi balbuceando solo acertó a decir: "Nada... es que yo quería lo mismo....es que he venido antes y no había nadie...habías ido a tomar un café...es que vine antes y estaba esperando fuera"
Salmón entonces si se creció y demostrando sus tablas le miro así como las vacas al tren y le dijo:"Es que está todo ocupado" firme nuestro impreso de reserva, me despedí cordialmente y me piré. A la vez que yo me iba abandonaba las oficinas el chavalillo de negro (ahora solo era eso un chavalillo). Totalmente derrotado pero con la dignidad intacta de haberse ido de la oficina sin campo pero con la cabeza bien alta, sabiendo que él estaba primero y que había sufrido una injusticia.
Dignidad que perdió a 20 metros de la puerta cuando cogió el móvil y dio media vuelta para volver a entrar en las oficinas y supongo coger la hora que quedaba libre. No me quedé a ver más, arranqué el coche con mi reserva hecha y desaparecí de allí. No sé que sería del guaperas, pero supongo que el que quiera verle lo podrá hacer le jueves a la 1 en el campo C de La Albericia. Más que nada porque no había otra hora y si volvió sobre sus pasos solo puede ser para reservar lo que quedaba o para darle dos tiros a Salmón. No he visto nada en sucesos del Diario Montañes así que es de suponer que hiciera la reserva.
Esto ha sido todo. No hace falta que me agradezcais lo listo que estuve saliendo al paso de Salmón en vez de esperar turno en la puerta. Lo hice por vosotros, porque ya sabeis que esta semana yo no voy a jugar. Esa fue la perdición del maromo porque si yo hubiese podido jugar no tengo tan claro que el partido fuese a las 9 en vez de a la 1. Y es que hay días que tienes suerte y otros que no.
Moraleja: Si vas de gallo por la calle no te puedes achantar al menor contratiempo. Un cagamiento en la oficina reclamando tu puesto en la cola de espera podría haber hecho mucho más que una camiseta ajustada y un casi tartamudeo.... o no
De todas formas ya os digo que esta semana lo hemos vuelto a bordar. Me presenté ayer lunes a primera, bueno a segunda hora en las oficinas del complejo con las órdenes claras de reservar el campo para el sábado por la tarde o el jueves por la mañana.
Con esa amplitud de horarios hice la transferencia en mi casa antes de desplazarme a La Albericia. ¿Qué podía salir mal? Ya al llegar vi mal rollo porque la puerta de las oficinas estaba cerrada. Allí la simpática vigilante de la puerta (no confundir con vigilante de la playa ¡por dios!) , la amiga de Michel, la que siempre le deja meter el coche, le estaba diciendo a una tía, un poco fea todo hay que decirlo, que Salmón & cia habían salido a tomar el café y que tardarían 5 o 10 minutos.
Ni yo, que lo oí todo, ni la otra tía nos quedamos muy convencidos. No de lo del café, eso lo teníamos muy claro, si no de los de los 5 minutos. La tía se piró y yo me metí en el coche a escuchar radio marca. Estuve tentado de pirarme un par de veces y creo que si no lo hice fue porque llevaba en la mano el papel de la transferencia ya hecha. Si no, es posible que me hubiese marchado cagándome en todo, lógicamente.
Mientras yo estaba allí sentado en el coche, gente entraba y salí hasta la puerta de las oficinas y a todos les debían decir lo mismo que a mi porque todos se iban con mala cara.
Pasados unos minutos, tampoco muchos la verdad, vi a aparecer en el horizonte la cabeza de Salmón. ¡Con dos cojones no se toman el café en la cafetería que tienen en frente de la puerta! ¡A saber de donde hostias venían!. Total que oliéndome la tostada de la que se iba a formar en la puerta de las oficinas cuando llegase me bajé del coche cuando se iba acercando y le saludé. Él correspondió al saludo amablemente y me dijo: "¿Vienes a por el campo? Vamos a ver cómo está"
Un dato poco relevante pero de vital importancia para comprender el "funcionamiento" del personaje, fueron los tres minutos que tardó en abrir la puerta con la llave. Él decía que la cerradura andaba mal, pero digo yo que andará igual de mal para cerrar antes del café que para abrir después. El caso es que debía de estar mal de verdad porque cuando se rindió y le dijo a uno que estaba por ahí que abriese él, este último abrió la puerta al segundo intento, es decir 3 segundos después de ponerse a la tarea.
Bueno lo difícil ya estaba hecho. Ya estábamos dentro de la oficina. A los dos que iban con él les mandó al fondo al despacho a esperar y a mi me atendió el primero. Cuando me estaba mirando los horarios libres (libres por llamarlos de alguna manera porque si desde el lunes solo queda libre el sábado a las 9 de la noche y el jueves a las 9 de la mañana o a la 1 del mediodia estamos jodidos. Aunque para hacerle justicia el viernes estaba todo vacío y el domingo también)
Nada más empezar a mirar en el ordenador las horas libres hizo su aparición por la puerta la tia del principio para hacer su consulta. Esta también tenía algo de confianza con Salmón porque le preguntó si le había estado esperando en el Bedoya. Lo cojonudo es que cuando ella le dijo que sí, que se había tomado un café en el Bedoya para hacer tiempo, Salmón le dijo que que bien, que allí ponían el café muy rico. ¡Pero cacho c...! si está tan rico ¿a donde hostias te has ido tú a tomarlo?
La cosa mejoró cuando entró a la oficina un pavo (así chulito con la camisetilla negra marcando body. El típico caso de soy un macarrilla y a la vez un pijín modernillo. Soy muy duro y rompo la pana con las titis, pero a la vez soy sensible y hasta las pijas me desean. La típica personalidad aún sin definir, el típico caso de querer seguir la moda que veo en la tele con un toque personal mío... y cagarla claro)
Bueno que el susodicho estaba escuchando mi conversación con Salmón cuando este me estaba diciendo la "gran cantidad" de horas libres que había entre el sábado y el jueves. Una vez me decidí por el jueves a las 9 y me puse a terminar el impreso de solicitud que Salmón me tenía ya casi terminado (las cosa como son). Salmón levantó la cabeza y le preguntó al sex-simbol qué quería. Entonces fue cuando se le quedó una cara de flipao que no le pegaba nada con su camisetilla. Y casi balbuceando solo acertó a decir: "Nada... es que yo quería lo mismo....es que he venido antes y no había nadie...habías ido a tomar un café...es que vine antes y estaba esperando fuera"
Salmón entonces si se creció y demostrando sus tablas le miro así como las vacas al tren y le dijo:"Es que está todo ocupado" firme nuestro impreso de reserva, me despedí cordialmente y me piré. A la vez que yo me iba abandonaba las oficinas el chavalillo de negro (ahora solo era eso un chavalillo). Totalmente derrotado pero con la dignidad intacta de haberse ido de la oficina sin campo pero con la cabeza bien alta, sabiendo que él estaba primero y que había sufrido una injusticia.
Dignidad que perdió a 20 metros de la puerta cuando cogió el móvil y dio media vuelta para volver a entrar en las oficinas y supongo coger la hora que quedaba libre. No me quedé a ver más, arranqué el coche con mi reserva hecha y desaparecí de allí. No sé que sería del guaperas, pero supongo que el que quiera verle lo podrá hacer le jueves a la 1 en el campo C de La Albericia. Más que nada porque no había otra hora y si volvió sobre sus pasos solo puede ser para reservar lo que quedaba o para darle dos tiros a Salmón. No he visto nada en sucesos del Diario Montañes así que es de suponer que hiciera la reserva.
Esto ha sido todo. No hace falta que me agradezcais lo listo que estuve saliendo al paso de Salmón en vez de esperar turno en la puerta. Lo hice por vosotros, porque ya sabeis que esta semana yo no voy a jugar. Esa fue la perdición del maromo porque si yo hubiese podido jugar no tengo tan claro que el partido fuese a las 9 en vez de a la 1. Y es que hay días que tienes suerte y otros que no.
Moraleja: Si vas de gallo por la calle no te puedes achantar al menor contratiempo. Un cagamiento en la oficina reclamando tu puesto en la cola de espera podría haber hecho mucho más que una camiseta ajustada y un casi tartamudeo.... o no
2 comentarios:
No te hagas de menos, le has acojonado, tatamudeaba por que tenía los cojones en la garaganta,
crack, crack, megacrack.
Por cierto, mi amiga me ha dicho el sábado que no me deja pasar mas, así que se me acabó el chollo.
Fdo. Michel.
p.d. Aunque eso está aún por ver.
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