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domingo, 21 de diciembre de 2008

EL MEJOR CESTO POSIBLE

Brasil – 6

Argentina – 4

Brasil: Manute, Fermín, Michel, Javi, Rubén y Carlos

Argentina: César, Laury, Chechu, Ramón y Eloy

Con los mimbres que teníamos hicimos el mejor cesto posible. Siendo 11 tíos para jugar seguimos sufriendo una semana más la “maldición de los impares”. Como bien dijo Michel, posiblemente en su mejor momento de toda la tarde.

Faltaron Luisman, Óscar, Juan, Josué, Darwin... para poder jugar un partido bonito. Pero no hablemos de los ausentes si no de los que si estuvieron allí. Siendo pocos e impares a uno de los dos equipos le tocaba sufrir y en esta ocasión los equipos se confeccionaron lo más igualados que fue posible. Es innegable que los argentinos partían en desventaja por ser uno menos, pero viendo lo que había no podemos imaginarnos otra distribución más justa.

Brasil contaba con un jugador más pero estaba en clara inferioridad física contra los jugadores Argentinos. Ramón y Eloy son más fuertes y veloces que cualquier brasileño, Chechu tiene más tablas que la mayoría de sus rivales y Laury guarda mejor la posición que todos los demás juntos (de uno y otro equipo). No he comentado nada de las porterías porque sería un insulto al buen gusto futbolístico comparar a los porteros de estos dos equipos.

Si la disposición táctica de los argentinos fue la lógica y normal (2-2), la de los brasileños fue novedosa y sorprendente (2-3), No ya por salir con tres delanteros si no por quienes eran los hombres de vanguardia. En Carlos, Javi y Michel dejó Brasil la responsabilidad anotadora y no se sabe todavía si fue eso o el empuje de los argentinos, lo que llevó aun marcador final más igualado de lo que en un principio se preveía viendo que se jugaba un 5 contra 6.

Brasil llevó siempre la iniciativa en el marcador pero los goles de Eloy y Ramón no permitieron nunca a los de amarillo gozar de una ventaja suficiente como para relajarse. Nunca contaron los brasileños con más de dos goles de diferencia e incluso en un momento del partido llegó a figurar un empate a cuatro en el marcador.

Fue el agotamiento lo que llevó a los argentinos a claudicar al final. Los minutos se agarraban a las piernas de sus futbolistas y los fallos aparecían en los peores momentos. Ahora una cobertura mal hecha, ahora una pérdida de balón innecesaria, ahora un remate franco desperdiciado (Ramón al palo con el portero en el suelo y la portería vacía). Todo ello junto les llevó a la derrota más honrosa que se puede soñar, aunque eso no consolará su carácter competitivo y ganador porque es una derrota al fin y al cabo.

En las filas brasileñas se vivió la otra cara de la moneda. La alegría por la victoria escondió la realidad del partido. Poco rigor táctico, poco sacrificio en defensa, inferioridad física respecto al rival y una falta de puntería que raya en los denunciable. A pesar de todo los brasileños sufren a su manera y les cuesta lo mismo que a sus rivales sacar los partidos adelantes. Serán peores corriendo y en otras facetas del juego pero desde luego son tan profesionales o incluso mucho más que los verdaderos profesionales del fútbol. Además la compresión entre sus miembros, el ambiente de compañerismo y la ausencia total (casi total) de reproches entre ellos hace que sea un auténtico placer y un honor enfundarse la canarinha y jugar cada semana junto a ellos.

EL CRACK: Carlos. Fue el único brasileño acertado de cara a puerta. Autor de goles de todos los colores. Además su mejor remate se quedó sin premio cuando realizo una espectacular chilena que se fue desviada por centímetros. Sus detractores dirán que si tuvo suerte, que si algunos goles fueron de rebote, que si esto o lo otro. Pero la verdad es que su actuación y su acierto en el remate fue lo que marcó la diferencia en el marcador entre uno y otro equipo al final del partido.

EL DANDY: Desierto. Hay que tener los cojones cuadrados para darle “El Dandy” a alguno. Dos jugaron con la camiseta del otro equipo debajo de la suya. Otro con un gorro de lana. Otro con tanta ropa debajo que parecía el muñeco de Michelín. Los hay con pinta de cualquier cosa menos del prototipo de un futbolista, así que declarar a alguien como el más “elegante” del partido es un ejercicio de imaginación o simplemente cuestión de echarle mucha cara al asunto.

¡VAYA DÍA!: César y Michel. Han pasado de ser destacados en la crónica anterior a quemar unas de las mejores tracas que se les recuerdan. Una prueba más de que el periodismo deportivo hace mucho daño a los aficionados en general y a los futbolistas en particular. Que se creen lo que leen cuando les llegan los elogios desmedidos de unos pocos aduladores, sin analizar si realmente son merecedores de tales halagos o si tienen todavía que mejorar y trabajar los aspectos del juego en los que flaquean. Mientras César encajaba un gol tras otro con excusas peregrinas sobre si el balón había sido desviado por tal o cual defensa, Michel ni siquiera buscó excusas a su número indeterminado de remates fuera con todo tipo de partes del pié y desde todas las posiciones posibles.

EL DURO: Eloy. No es duro por dar patadas, es duro por la pata de mula que tiene en su pierna izquierda. Es preferible que te atropelle un tren a recibir un balonazo en un disparo de Eloy. Prueba de ello es que se está investigando si el portero brasileño encaja los goles de Eloy porque no los ve o porque se aparta para que no le de el balón. Lo que si está descartado es que el guardameta esté comprado, no por su honradez si no porque no existe manera más absurda de tirar el dinero que dándoselo a un tío para que haga algo que ya hace él solo por su propia iniciativa o incapacidad. Ni olerlas bajo los palos

RUEDA DE PRENSA

El post-partido estuvo más animado que nunca quizás influenciado por el ambiente navideño que ya se respira en estas fechas. Se produjeron en las duchas declaraciones más jugosas que en la sala de prensa del Bernabeú o del Nou Camp.

Entrenador Carioca:

No comprendo por qué mis defensas no enciman a los delanteros argentinos. Les dejan recibir y darse la vuelta porque tienen “miedo escénico” y reculan hasta meterse debajo de la portería.

Entrenador albiceleste:

Mis delanteros están bien físicamente pero no tienen el rigor táctico necesario. Presionan demasiado arriba y provocan que la defensa tenga que adelantarse perdiendo su sitio y situándose en desventaja cuando el rival sale al contragolpe.

Michel:

Es que tirando tirando acabas metiendo gol (no dijo cuantas veces más es recomendable tirar hasta acertar con el primero).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando una bonita mañana de lunes me disponía a leer la crónica con toda tranquilidad, apoyado por una mañana tranquila de trabajo (es decir, como otra cualquiera), me encuentro con el sobresalto de que he sido incluido en la sección de vaya día.
No voy a negar a estas alturas (ya que todo el mundo vió el partido), que quemé una traca de escándalo (y lo poco que hice bien no es fácil de ver para los que no son expertos en el futbol), pero el sobresalto se transformó en indignación cuando ví a carlos en la sección del crack, ya que yo fuí quien le tuve que sufrir como compañero de delantera y fué memorable su partido en "todos los aspectos", además respecto a los goles, creo recordar que fueron de Javi (3), Rubén (1) y Fermín (1), así que Carlos como mucho metió 1.
Como único consuelo me queda esperar que dicha crónica haya sido el fruto de la "actuación" de su representante, pero en todo caso, la credibilidad del cronista queda en entredicho.
He dicho.
Fdo. Michel.

Anónimo dijo...

¡que pasa con la crónica de la nieve! ¿no había un enviado especial?.
Este medio de comunicación no está al día, así no se es competitivo.

Anónimo dijo...

como trabajan los funcionarios,luego se iria a tomar un cafe(1h...),....y no les digas nada ,que estan ocupaos
Fmdo:un aspirante,anonimo

Anónimo dijo...

como trabajan los funcionarios,luego se iria a tomar un cafe(1h...),....y no les digas nada ,que estan ocupaos
Fmdo:un aspirante,anonimo

Anónimo dijo...

Pues nada aspirante, es muy fácil, yo además te doy un truco muy bueno.
¡A estudiar como un hijo puta!.
Fdo. El funcionario oficial de teleamigos.